PRÁCTICA 5 – INCRUSTACIÓN EN
COMPOSITE
Objetivo:
Las incrustaciones
dentales se utilizan para restaurar dientes (generalmente molares) sobre los
que se ha realizado una endodoncia o que presentan algún tipo de fisura o
fractura, pero siempre y cuando las dimensiones de la estructura remanente no
obliguen a la colocación de una corona.
Observaciones:
El composite debe aislarse de la luz
pues se trata de un material fotopolimerizable. Además, no debemos tocarlo con
las manos y tendremos que aislarnos de sitios con partículas para que no se
contamine y no queden marcas en el resultado final.
Material e instrumental:
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Modelo de trabajo
-
Cera rosa
-
Separador de cera
(ISOLIT)
-
Composite para
dentina
-
Composite para
incisal
-
Lámpara
fotopolimerizadora
-
P.K. Thomas
-
Pincel
-
Mechero Bunsen
-
Vaporeta
-
Brillo
-
Brush cleaner
Procedimiento:
1.
Una vez tenemos nuestro modelo de trabajo individualizado
procedemos a realizar la incrustación.
2.
Con cera rosa, cubrimos las paredes interiores del molar
(una capa muy fina) para simular el cemento y que no haya retención.
3.
Echamos separador y dejamos secar.
4.
Ponemos el composite para dentina con ayuda de un
espatulín y cuando conseguimos la anatomía adecuada lo metemos en la
polimerizadora durante 5 minutos.
5.
Podemos realizar este paso las veces que sean necesarias
para conseguir un buen resultado final.
6.
Cuando lleguemos a la zona de las cúspides, echamos como
última capa composite para incisal.
7.
Pulimos con una fresa gris la incrustación, para que
queden bien marcadas las fosas y las crestas del molar.
8.
Le damos con la vaporeta, y con ayuda del espatulín
extraemos la incrsutación.
9.
Para un mejor acabado, aplicamos un brillo especial que
también tiene que polimerizar durante el tiempo que indique el fabricante
(limpiamos el pincel en brush cleaner).
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